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9th Age no es Warhammer

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Tras mucho, mucho tiempo sin escribir un artículo de opinión (tened en cuenta esta palabra antes de seguir leyendo: OPINIÓN), ha llegado la hora de mojarse. Pensaba no hacerlo, pensaba no opinar al respecto, porque mi opinión sobre juegos basados en Warhammer puede estar viciada (ya sabéis que formo parte del Proyecto Reforged). Pero tarde o temprano tenía que hacerlo. Durante cinco años y medio (un poco más en realidad) he estado opinando sobre GW, sobre Warhammer, y nunca me he cortado al escribir lo que pienso, y esta vez no debe ser diferente.

Tras el cierre de la línea de Warhammer por parte de la malvada multinacional británica, los fans se han organizado (nos hemos organizado) y han hecho varias versiones fan-made de Warhammer. Hay varias: por citar sólo un par de ejemplos, tenemos MDNR (de Namarie, del blog ¡Cargad!), que básicamente es la 6ª edición con adaptación de las unidades y personajes de las otras ediciones "Cavattore style"; y tenemos  **CENSORED**, que se ha dedicado desvergonzadamente a copiar sin permiso el material de este blog, modificarlo cutremente y presentarlo como propio.

Como sabéis, durante el último año he estado embarcado, junto a Ragnor y Endakil, en Warhammer Reforged, nuestra propia versión fan de Warhammer. No voy a ahondar en ello: tenéis toda la información en el blog de Reforged. Por supuesto, crear una versión de Warhammer implica posicionarse ideológicamente sobre Warhammer. ¿Qué es Warhammer?

Para iniciar, voy a tratar de clarificar qué es Warhammer. ¿Y qué es? ¿Es acaso un concepto abstracto, como "amor" o "justicia"? Desde luego que no. Warhammer es algo tangible, identificable. No se trata de un concepto inefable: es algo que se puede definir perfectamente (pese a lo que muchos quieran pensar): me recuerda una anécdota que me sucedió trabajando hace unos años: eran las 3 de la tarde, y una señora entró en la tienda y dijo "Buenos días", a lo que yo contesté "buenas tardes". La señora me dijo que ella aún no había comido, y yo contesté que el mediodía era el momento en el que el sol estaba en su cénit, no el momento en el que ella terminaba de comer.

Vemos una miniatura de maestro de la espada de Hoeth, una novela de Gotrek y Félix, un cómic de Inferno, un fimir de Forgeworld, el manual "Castle Drachenfels" de WFRPG1ed, el Shadow of the Horned Rat (el videojuego) o los pins que regalaban con los kráneoz, y sabemos, claramente y a ciencia cierta, que es Warhammer, que es una parte de Warhammer (aquí no voy a entrar en los conflictos de canon, y me remito al ya famoso "todo es canon, pero no todo es cierto"). Todo eso es claramente Warhammer.

¿Es Warhammer un juego? Sí, y no. Igual que tus riñones o tu páncreas son una parte (importante) de ti, no son tu ser al completo. Warhammer Fantasy Battles, en sus 8 ediciones, es sólo una parte de Warhammer. Una parte muy importante (¿su corazón? ¿su cerebro?), pero una parte al fin y al cabo. Todo lo demás (el juego de rol en sus dos ediciones, las novelas, los comics, los videojuegos, los juegos de mesa, Mordheim, los juegos de cartas...) también son parte de Warhammer.



Entonces, Warhammer no es sólo un juego: es una ambientación de fantasía (setting) que ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de los años (desde 1984 hasta el Fin de los Tiempos). ¡Si hasta lo dice claramente en la wikipedia! : Warhammer Fantasy is a low-fantasy setting, created by Games Workshop, which is used by many games, including the table top wargameWarhammer Fantasy Battle, the Warhammer Fantasy Roleplay (WFRP) pen-and-paper role-playing game, and the MMORPGWarhammer Online: Age of Reckoning.

Entonces, si Warhammer es una ambientación, se puede afirmar que las versiones fan de su material, desde iniciativas como Warhammer Reforged o MDNR, versiones de Mordheim, módulos hechos por fans para el juego de rol o incluso mods para sus diversos videojuegos, también son Warhammer. No son oficiales, desde luego, pero transcurren en la ambientación de Warhammer.

Eso es algo que no pasa con Age of Sigmar (AoS): aunque toma algunas referencias de Warhammer, tiene el sello de oficialidad de GW y supone una especie de continuidad de la historia en otro mundo, no es Warhammer. La ambientación es diferente (es algo así como "Las nuevas aventuras de He-Man" con respecto a "Masters del Universo"... si pillas esta referencia, eres tan viejuno como yo, o más XD).

Y vamos al asunto que inició la entrada: ¿Se puede considerar que 9th Age es Warhammer? Claramente no, aunque tenga algunas similitudes con las reglas de una de las 8 ediciones del juego de batallas fantásticas de Warhammer.


Y ahora, a desbarrar :P

La iniciativa 9th Age, basada en las reglas de la octava edición de Warhammer Fantasy Battles y modificada por un amplio grupo de jugadores, es bastante popular a día de hoy entre muchos jugadores de Warhammer. En particular, los mismos jugadores que durante la octava edición plagaban los torneos. Sí, de ellos estoy hablando: los jugadores competitivos.

¡Que a nadie le pille de sorpresa! Llevo más de cinco años criticando duramente ese estilo de juego en el blog, y pienso seguir haciéndolo. Como juego en el que se gana y se pierde, es normal que aparezcan jugadores competitivos en el mundillo de Warhammer: a todo el mundo le gusta ganar, pero al final lo que te llena es el proceso. Una victoria dura unos segundos, pero una partida es mucho más que eso: implica elegir un ejército, comprarlo, montarlo, pintarlo y pensar una estrategia. Implica dos, tres o incluso más horas de juego con otra persona. Y eso es mucho más tiempo que lo que dura una simple victoria o derrota. Un ejército es la expresión de la persona que lo ha montado, pintado y jugado. Un ejército pintado, construido en torno a una temática y con su propia historia siempre, siempre, SIEMPRE será mejor que el ejército híper-competitivo de turno (¿Qué se lleva ahora? ¿Muchos brujos druchii a caballo? ¿7 girocópteros? ¿2 fénix y un dragón?).

El tipo que se presenta a jugar una partida de torneo con uno de esos ejércitos afiladísimos, híper-competitivos y CLÓNICOS (internet se lo pone muy fácil a esa gente) sólo piensa en sí mismo cuando juega. Sólo le preocupa ganar, probablemente por un problema de autoestima (y eso en un torneo, imaginad lo repugnante que puede ser la gente que se presenta con uno de esos ejércitos a una pachanga con los amigos). Está faltando al respeto a su adversario, ya que cualquier idiota* puede copiar una lista de internet (listas que tratan de aprovecharse del sistema de juego para obtener una ventaja injusta) y comportarse como un abogado sin escrúpulos en la interpretación de las reglas en cada situación.


Pero estamos hablando de un juego en el que ya sólo echar una única partida lleva dos o más horas (y si contamos el tiempo invertido en preparar y pintar un ejército...), y es parte de nuestra responsabilidad que el adversario disfrute de la batalla tanto como nosotros. ¿Ganar? ¿Perder? Lo que cuenta es haberlo pasado bien durante la batalla.

En parte me alegro de que 9th Age haya agrupado a todos esos jugadores en torno a su logo y su circuito de torneos. Que compitan entre ellos, que discutan por la interpretación de las reglas y que se machaquen unos a otros con sus combos y sus cebadas.

Siempre me sale una sonrisa al recordar la firma de alguien que posteaba en un foro de Warhammer: "El juego competitivo es como el turismo de botellón: da más dinero, pero lo deja todo hecho una mierda".

Lamento que algunos se vean arrastrados a 9th Age porque en el lugar donde juegan sea la única opción, porque tengo claro que no es para todo el mundo. A toda la gente que piense como yo, que crea que el juego competitivo mató Warhammer y está matando sus rescoldos, que añore las historias de Gotrek y Félix, de Karl Franz, de Teclis y de Nagash, que sepáis que no estáis solos. Que existen muchas opciones más allá de 9th Age, opciones que sí que son Warhammer, y están ambientadas en el mundo de Warhammer (nada de "Equitania" ni cosas raras de esas XD).

 ¿Warhammer ha muerto? ¡Larga vida a Warhammer!


*Si te has ofendido por haber leído la palabra idiota asociándose con comportamientos descritos que se asemejan a los tuyos, probablemente no sabes lo que significa "idiota" (La palabra idiota proviene del griego ιδιωτης (idiotes) para referirse a aquel que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados). ¿Ves? No significa "tonto". Significa exactamente eso, que define perfectamente a los jugadores competitivos.



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