Hace ya casi un año que no hago una entrada sobre los objetos mágicos más emblemáticos del mundo de Warhammer, y ya va siendo hora de retomar el hilo. Hoy quería hablar sobre un arma que lleva en el trasfondo desde la cuarta edición, y que nunca había tenido reglas en el juego hasta ahora, que ha llegado el Fin de los Tiempos. Hablo de la Hacedora de Viudas, la Erradicadora, Anaris, la Matadioses, la Espada de Khaine.
Se dice que esta espada es el arma más poderosa del mundo de Warhammer, y probablemente lo sea. Se trata de la misma espada del dios elfo Khaine, que es una versión, o un aspecto, de Khorne. Para profundizar en la historia de la espada tenemos que irnos a Warhammer 40.000, donde hallamos también el mito de la Espada de Khaine (claro, sustituyendo "eldar" por "elfo").
La leyenda cuenta que la diosa Lileath soñó que Khaine sería despedazado en cientos de fragmentos por un gran ejército mortal. Al enterarse, Khaine persiguió a los hijos de Isha y Kurnous (los eldar-o los elfos) por todo el universo. Para salvar a los hijos de Isha, Asuryan colocó una barrera entre el mundo de los dioses y el de los mortales. Pero Isha se sentía vacía sin poder comunicarse con sus hijos. Entonces Vaul, el dios herrero, se apiadó de Isha y construyó unas piedras mágicas para que Isha pudiese comunicarse con sus hijos. Cuando Khaine se enteró, se quejó ante Asuryan, y este declaró que Isha y Kurnous lo habían traicionado incunpliendo su mandato, y que ya no eran dignos. Khaine podía hacer con ellos lo que quisiera. El dios del asesinato capturó a Isha y Kurnous y se los llevó a sus mazmorras, donde les hizo padecer terribles tormentos.
Vaul pactó con Khaine la liberación de Isha y Kurnous, a cambio de un centenar de espadas. Cuando venció el plazo, Vaul sólo había terminado de hacer 99 espadas, así que mezcló entre ellas una espada ordinaria de los mortales, lo que le sirvió para liberar a Isha y Kurnous. Cuando Khaine se dio cuenta del engaño, rugió de rabia, y comenzó la guerra en el cielo.
Vaul forjó entonces la última espada, y la convirtió en la espada más poderosa de todas, un arma capaz de acabar con mortales y dioses. La llamó Anaris, que significa Luz del Atardecer. Con ella luchó contra Khaine, aunque finalmente fue derrotado.
En el mundo de Warhammer, la espada es un fragmento de la misma espada que porta el dios Khaine (os recuerdo que, pese a que sus demonios y seguidores tengan preferencia por los hachas, el mismo dios Khorne es representado en su trono con una espada en su regazo). Reposa en la Isla de los Muertos (Blighted Isle), de donde fue tomada por Aenarion, el primer Rey Fénix, salvando Ulthuan durante un tiempo, pero condenando para siempre a la raza de los elfos. Desde entonces, hay constancia de que al menos otros tres elfos han visto la espada de Khaine, aunque sólo uno de ellos la ha tomado. Malekith, el Rey brujo, la vio como un cetro enjoyado. El rey Fénix Tethlis el Asesino la vio como una lanza. Y, finalmente, en el Fin de los Tiempos, Tyrion la tomó, como una espada, y fue poseído por el mismo Khaine (Khorne).
A nivel de juego, la espada es una brutalidad. Tiene, además, la curiosa habilidad de no poder ser destruida por efectos mágicos, algo que ni el Martillo de Sigmar, ni las Hachas de Grimnir, ni los Tesoros del Caos, ni la Corona de la Hechicería ni la Espada Cruel tienen. Eso sitúa a la Erradicadora como el objeto mágico más ancestral y poderoso del mundo de Warhammer.
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Tyrion con la Espada de Khaine |
Se dice que esta espada es el arma más poderosa del mundo de Warhammer, y probablemente lo sea. Se trata de la misma espada del dios elfo Khaine, que es una versión, o un aspecto, de Khorne. Para profundizar en la historia de la espada tenemos que irnos a Warhammer 40.000, donde hallamos también el mito de la Espada de Khaine (claro, sustituyendo "eldar" por "elfo").
La leyenda cuenta que la diosa Lileath soñó que Khaine sería despedazado en cientos de fragmentos por un gran ejército mortal. Al enterarse, Khaine persiguió a los hijos de Isha y Kurnous (los eldar-o los elfos) por todo el universo. Para salvar a los hijos de Isha, Asuryan colocó una barrera entre el mundo de los dioses y el de los mortales. Pero Isha se sentía vacía sin poder comunicarse con sus hijos. Entonces Vaul, el dios herrero, se apiadó de Isha y construyó unas piedras mágicas para que Isha pudiese comunicarse con sus hijos. Cuando Khaine se enteró, se quejó ante Asuryan, y este declaró que Isha y Kurnous lo habían traicionado incunpliendo su mandato, y que ya no eran dignos. Khaine podía hacer con ellos lo que quisiera. El dios del asesinato capturó a Isha y Kurnous y se los llevó a sus mazmorras, donde les hizo padecer terribles tormentos.
Vaul pactó con Khaine la liberación de Isha y Kurnous, a cambio de un centenar de espadas. Cuando venció el plazo, Vaul sólo había terminado de hacer 99 espadas, así que mezcló entre ellas una espada ordinaria de los mortales, lo que le sirvió para liberar a Isha y Kurnous. Cuando Khaine se dio cuenta del engaño, rugió de rabia, y comenzó la guerra en el cielo.
Vaul forjó entonces la última espada, y la convirtió en la espada más poderosa de todas, un arma capaz de acabar con mortales y dioses. La llamó Anaris, que significa Luz del Atardecer. Con ella luchó contra Khaine, aunque finalmente fue derrotado.
En el mundo de Warhammer, la espada es un fragmento de la misma espada que porta el dios Khaine (os recuerdo que, pese a que sus demonios y seguidores tengan preferencia por los hachas, el mismo dios Khorne es representado en su trono con una espada en su regazo). Reposa en la Isla de los Muertos (Blighted Isle), de donde fue tomada por Aenarion, el primer Rey Fénix, salvando Ulthuan durante un tiempo, pero condenando para siempre a la raza de los elfos. Desde entonces, hay constancia de que al menos otros tres elfos han visto la espada de Khaine, aunque sólo uno de ellos la ha tomado. Malekith, el Rey brujo, la vio como un cetro enjoyado. El rey Fénix Tethlis el Asesino la vio como una lanza. Y, finalmente, en el Fin de los Tiempos, Tyrion la tomó, como una espada, y fue poseído por el mismo Khaine (Khorne).
A nivel de juego, la espada es una brutalidad. Tiene, además, la curiosa habilidad de no poder ser destruida por efectos mágicos, algo que ni el Martillo de Sigmar, ni las Hachas de Grimnir, ni los Tesoros del Caos, ni la Corona de la Hechicería ni la Espada Cruel tienen. Eso sitúa a la Erradicadora como el objeto mágico más ancestral y poderoso del mundo de Warhammer.