Aún no he podido mirar en profundidad el nuevo libro de Glottkin, y me reservo mi opinión para cuando pueda ponerme con calma a leerlo frente a la pantalla. Tenéis unos interesantes resúmenes en vídeo que han hecho los chicos de Last Stand Games (y que conocí gracias al Taller de Yila), y en ¡Cargad!, Namarie hace un análisis bastante jugoso en su primer vistazo.
Hoy quería hablar de una tendencia que comenzó con el primer libro del Fin de los Tiempos, y que continúa ahora. Se trata de que todos los nuevos personajes especiales que van montados en un monstruo tienen un perfil único.
En cierto modo, en el reglamento de octava ya se había visto algo parecido, pero no con los monstruos sino con las bestias monstruosas. Ahora que los regimientos de caballería monstruosa iban a ser mucho más comunes, era necesario una cierta simplificación, y simplemente se extendieron las reglas de la Caballería, con algunos añadidos (se usa la R y H más elevada). En el caso de los personajes montados en bestias monstruosas podía resultar chocante (por ejemplo, el Señor de la guerra skaven montado en rata ogro quebrantahuesos, que pasa de R4 H3 a R5 H4), pero evitaba el engorro de tener que desmontar al personaje si su montura muere, o de la reacción de monstruos si muere el jinete.
Pero los monstruos seguían usando las reglas de toda la vida: eran más grandes, y más capaces de seguir causando daños aún sin su jinete; y mucho más caros (en puntos) y, por lo tanto, escasos. Sin embargo, los nuevos personajes especiales montados en monstruos (los tres Mortarcas en bicharracos abisales, los tres Señores de los Gusanos en sus bichocosas mutantes; e incluso Otto y Ethrac sobre Gurkh) tienen un perfil único no sólo de Resistencia y Heridas, sino el perfil completo.
Ni qué decir tiene que no me agrada en absoluto ese afán de simplificación, incluso en una miniatura tan relevante como un personaje especial. No lo he probado en el campo de batalla, pero a primera vista se me ocurre que un número tan elevado de Heridas y Ataques entremezclando tipos de ataque y cualidades de resistencia tan diferentes como puedan tener un personaje y su montura...
Por ejemplo, el Glottkin: Un personaje de ese calibre, que tiene un libro con su nombre como título, tiene unas reglas tan simples que da vergüenza. Ethrac sólo aporta cuatro niveles de magia, en genérico,, y Otto, el gran estratega y guerrero, simplemente hace 1D6 ataques extra.
No sé a quién le parecerá bien este cambio. Quizá en cuanto a efectividad en el campo de batalla sea un cambio a mejor, no lo discuto. Pero me parece una burda simplificación, una más en el sendero que está tomando la malvada multinacional británica.