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Channel: La biblioteca del Gran Nigromante
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Y hubo otra otra partida...

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Hace unas semanas Elric, Trosef Butterflanks, Yibrael y un servidor nos reunimos para jugar una partida a Warhammer. Aprovechando ciertas situaciones como la salida del libro de ejército enano, volvimos a reunirnos, con alegría en nuestros corazones, junto con nuestro Abogado Samoano para disfrutar de una velada de batallas, sangre y risas. No estábamos preparados para lo que nos se venía encima. A falta de un ejército del orden con el cual los Enanos pudieran realizar una alianza firme, se celebró un sorteo. Y bueno... cuando los Enanos se aliaron con el Caos, vimos que algo muy malo estaba ocurriendo. Los Druchii  se vieron necesitados de los Skaven para intentar contener la marea de plomo y chapa que se les echaba encima.

Hubo unos cuantos momentos memorables a reseñar. Los Skaven lograron volatilizar de un fortuito cañonazo al general del Caos. Los girocópteros enanos aprovecharon su vanguardia y lograron descargar sus cañones de vapor sobre los verdugos y las brujas. Arbaal el Invencible, siguiendo la tradición, aplastó sin piedad a la Rata Topo Desnuda Abominación de Pozo Infernal. Pero los Druchiis... los Druchiis estaban demasiado drogados para distinguir enemigo de aliado.

Ya en el despliegue los Druchiis se aventuraron a colarse entre las filas de los Skaven que iban a contener el embate del Caos, pero las brujas estaban... ¿atoradas? ¿Aburridas? No importaba. Querían sangre y no les importaba de quién fuese con tal de ganar distancia en el campo de batalla, y comenzaron a cargar de manera indiscriminada contra aquellos que les estorbaban. Ratchitt y sus guerreros de clan se disponían a cargar a los bárbaros por el flanco en el momento en que sintieron la puñalada por la espalda. Cuando Queek y sus Alimañas vieron el percal se abalanzaron sobre aquellos sucios-sucios traidores. Mientras tanto, nuestros adversarios no podían contener la risa que les producía dicha situación.




Finalmente el Caos aprovechó las distracciones internas para arrasar a los verdugos mientras los Skaven  que quedaban vivos se retiraban de manera estratégica... ejem. Los enanos quedaron un tanto decepcionados por no poder pegar una paliza a nadie a gusto, pero tampoco resultaba importante, pues comprobaron lo efectivas que se habían vuelto sus máquinas de guerra repletas de runas.

No se lo que pensaríais vosotros ante tamaña tesitura, pero aunque perdiera me lo pasé genial. ¿Para qué tirar el modo en que se deterioraba la alianza cuando las cosas se hacen como podría ocurrir? Sencillamente genial. Gracias Elric. Contigo, ninguna partida es solamente una partida más.

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